sábado, 25 de octubre de 2008

la Maldita primavera

Emilio me preguntó:
- ¿cuál es tu estación preferida del año?

yo me quedé pensando, hummmmm
-no sé... ¿el verano? ¿el otoño? humm, el verano.-

me queda mirando
-y no la primavera?-

pfffff
la primavera apesta, pienso.
Bueno, no es que apeste apesta, porque evidentemente prefiero el sol al invierno, pero está lejos de ser mi estación preferida del año.
Mis meses favoritos van de diciembre a marzo, y a veces un poco de abril. Y bueno, esto pensando en Santiago de Chile, obvio, porque mi amor odio con la primavera se contextualiza en estas latitudes.

Emilio me hace esa pregunta justo en un día en que mi nariz está colorada como una pelota, mis mejillas irritadas por el constante lagrimeo de mis ojos. Un día en que mis continuos estornudos no me permiten manejar tranquila. Porque en serio, en cualquier minuto un estornudo me va a hacer chocar.

3 paquetes de pañuelitos diarios
mentolatum o alguna otra crema pa la irritación de la nariz
colirio en la cartera vaya a dónde vaya
dos pastillas diarias, una de antihistamínico, y otra para descongestionar

No es que no me guste, pero en verdad la alergia me pone mal genio. Porque parezco con gripe, pero no se me pasa ni con todas las pastillas del mundo.

Por otro lado, la primavera es como un maníaco depresivo.
son los días más bipolares del año
las mañanas heladas, desde el medio día mucho calor, pero andas con exceso de ropa, porque saliste de tu casa con frío muy temprano. Y la ropa que me voy sacando del cuerpo durante el día la debo llevar en las manos. Y fácilmente se me puede perder algo. O los pies con chalitas y salgo de día, pero después termino yendo a un bar y volviendo de noche con los pies entumidos. O salgo temprano con zapatillas y calcetines, y a las 12 del día lo único que quiero es estar a patita pelada.

Entonces entre los síntomas de la alergia, y los cambios de temperatura, paso más resfriada y congestionada que en el peor invierno.

Además, si en el verano hace calor, me puedo manguerear en el jardín y va a ser rico. En la primavera hace calor, pero como es bipolar, si me manguereo me vendría pulmonía.

Y bueno, esto quizás sería distinto si hubieran menos plátanos orientales. Porque cuando he pasado semanas de primavera en el clima húmedo de Sao Paulo, todo síntoma desaparece, y ahí vuelvo a reconciliarme con la primavera.
Y ahí es cuando creo que la primavera es como mis hombres, a veces no los soporto, y aún no soportándolos, no puedo vivir sin ellos. Porque igual algo de la primavera me gusta, si no fuera por su defecto alérgico. Y porque para llegar a mis meses preferidos del año, necesito la transición para evitar todo cambio abrupto.

Porque en los meses de primavera pasar una tarde en el jardín, puede ser una tarde de juegos. De juegos con él, de juegos conmigo, de juegos con ellos.

aunque en todo caso, que llegue el verano por favor!!!!!!!!!!

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