domingo, 12 de mayo de 2019

Regreso




Hace 5 años y medio que dejé de hacer una de las cosas que más me gustaba. 
Escribir.

Escribir historias que aunque tal vez solo eran relevantes para mí, las hacía públicas aquí.
Públicas porque me conectaban al mundo, estimulaban mis sentidos y me inspiraban a seguir descubriendo y explorando cada rincón que se me cruzaba.

Esos 5 años y medio sin escribir calzan con mi partida a Los Angeles. Me fui de Chile escapando. Escapando de la monotonía que me producía la vida de pueblo. 
Agobio.
Siempre encontrarme con la misma gente, siempre tener un conocido en tal parte. La monotonía de significar algo solo por estar parada en tal lugar con tal persona.

Quería perderme y ser una desconocida. Conocer personas del mundo que no hubieran pisado Santiago, que no sintieran que podían descifrarme erróneamente. 
Así en The US tuve mis primeros amigos musulmalnes, mi primera amiga China, un séquito de amigos indios. Pero en este escaparme, me escondí también de las letras.

Tuve que borrarme, desgarrarme, perderme para algún día encontrarme.

El comienzo en EEUU no fue fácil, fueron 3 meses de continuo dolor de cadeza, de lidiar con mi acento bruto en una lengua que no me queda cómoda. 

De no lograr entender a esa ciudad de avenidas soleadas e insoladas, calles anchas en tonos amarillos, tan insoladas que aprendí a usar lentes de sol.

Para mí LA no es la playa de Santa Mónica, no es el West Side ni el turístico Hollywood. Es mucho más el contraste entre la población latina que con esfuerzo ha hecho la ciudad completamente suya, en un inglés mezclado con un español muy lejos de la real academia. Contraste entre ese mundo y la vida con sensación de tiempo estirado que me genera el valley, que es donde se encuentra a los verdaderos angelenos. Porque en Santa Mónica, Culver City y Hollywood son todos alienígenas, de East Coast, del MidWest, del desierto o de Florida... y obviamente del resto del mundo.

En el delirio de la insolación me perdí, pero al perderme conocí la primera estabilidad.

No pretendo resumir ni aburrir con los detalles de lo que ha pasado en estos 5 años.
Pero me fui a LA, hice un master, conocí a Anthony, volví a Chile, mantuve dos años una relación a distancia, me casé, Anthony se fue a Chile, y ahora estamos en Sao Paulo.

Al inicio de esos 5 años, con Anthony, descubrí algo que no quise compartir. 
Si compartía lo que había descubierto podía perderlo. 
Con Anthony encontré equilibrio. Calma. Una calma inexplicable a pesar de la incertidumbre.

Tuve miedo de perder esa calma, creí que volver a escribir significaría perder el equilibrio, porque cuando escribo, soy como un péndulo en extremos.  

Creí eso hasta hoy.
Hoy domingo estoy sola en esta ciudad indomable, mientras Anthony está en LA. 
Esta mañana fui a la Avenida Paulista, a la iglesia jesuíta de Sao Luis, quería ver como era la misa. Al entrar me sorprendió la solemnidad del coro, poco usual en las misas brasileñas. Me hizo recordar que aunque conectada a las redes sociales, todo el día en el mail, estoy desconectada del origen, de lo que me mueve, de las sensaciones irracionales, de los olores y las texturas.

Este regreso es un intento por encontrarme, por recuperar al corazón de felpa.

viernes, 25 de octubre de 2013

Back to School... entre lo Latina y lo Bipolar




Podría no ser sincera y decir puras cosas lindas
Porque, para qué tirarle mala onda a la gente
Pero la vida no es siempre linda, incluso cuando la has escogido y no te arrepientes

Partamos por lo lindo...
No sé si los master son muy distintos al pregrado, pero ciertamente la experiencia académica está siendo mucho más alucinante que mi educación en la PUC. Yo soy de las que defiendo a la PUC hasta morir, la Chile sólo es mejor si estudias derecho.
No sé si esta facultad dicta clases de manera distinta, pero siento que la educación que tuve en Chile fue muy convencional... lo mismo me pasó el 2007 en Sao Paulo. En mis pregrados (en plural porque pasé por varios lados) las clases tenían poco de discusión... Nunca me ha costado estudiar, tengo excelente memoria a corto plazo, y con 1 día de estudio antes de la prueba, siempre fue más que suficiente...Pero acá no se trata de eso.
Mi primera semana de clases en USC fue genial.  
No tengo clases dentro de la Universidad, dentro del “University Park Campus” (algo así como el campus San Joaquín, pero más bonito), mis clases son en un centro de estudios de la Facultad que está fuera, en una casona antigua, a mitad de camino entre mi casa y el campus.
Primera clase, martes 6.30pm. Entro al jardín y la casona me recibe de brazos abiertos, al fin comienzo a sentir que el barrio es más lindo.
Aunque me gusta el arte moderno, y me gustan los edificios de Niemeyer y otros modernistas, las edificaciones antiguas me fascinan

A veces creo que debería haber nacido en otros siglos


Mis clases son en un living, sentados en sillones de manera circular. Un invitado distinto cada semana, y comemos en el break. Cuando digo comemos, es que hay comida de verdad, para que nos sirvamos y socialicemos por 20 minutos.
Professor Cowan es una eminencia, y se nota... 
En esta clase somos 20 y sólo 5 somos extranjeros...
Miércoles 6.30pm, segunda clase. Sólo somos 9. También sentados todos mirándonos en torno a una pequeña mesa. En esta clase también comemos, durante la misma clase, la comida que le toca a alguno llevar una vez por semana. En esta curso es donde me he hecho más amigos... tal vez porque somos pocos. Dinah de China, Vanessa de USA, Bessie (americana taiwanesa), Abraao (obvio que tengo que ser amiga del brasilero). Cuando me tocó llevar comida, llevé pastel de choclo... Obvio. Y dos de mis compañeras vinieron a mi casa para ayudarme a cocinar...

En la clase de los miércoles tenemos que escribir una reseña de un libro, y yo elegí este, porque es de la industria de medios. Y salí de la primera clase con un libro de regalo.


Creo que fue bueno que me tocara este libro, porque me ha servido para entender algo del lejano mundo de India. Y ¿por qué me importa entender? Porque mi "rumi" es de India. Si resumo nuestra convivencia, a pesar de las diferencias culturales, de que comemos absolutamente distinto, de que la primera semana llamaba por teléfono a las 3 de la mañana a toda voz, retumbaba la casa y me despertaba, a pesar de que deja el baño cerrado por dentro (porque también puede entrar desde su pieza), a pesar de las múltiples diferencias que puedo encontrar... me gusta vivir con él. No sé si lo que me gusta es la compañía masculina  en la casa, que me hace sentir segura, o si es él, y la cierta amistad que establecimos. Y es bueno que me sienta cómoda, convierte mi casa en un hogar, un ambiente familiar hasta mayo.
Un ambiente familiar que se complementa con Roland, un hombre norteamericano de 66 años, soltero, sin familia, dueño de la casa. Que se preocupa por mí, y que me sienta confortable, jugando un rol bastante paternal. Pero Roland en sí es una historia completa que da mucho para contar, y que espero compartirla más adelante.
Vivir con gente tan distinta culturalmente a mí, me recuerda que da lo mismo de dónde seas, al final todos somos seres humanos. Me gusta tener un amigo con quién comer, y quedarnos conversando un rato. Adoré el sábado, que ninguno de los dos quería cocinar, y nos fuimos en bicicleta al Burger King. Me gusta saber cómo le fue en sus trabajos y poder contarle de los míos. En el fondo nos llevamos bien y eso lo agradezco. Incluso hoy que estoy enojada con él, porque por milésima vez dejó cerrada la puerta del baño. Incluso hoy, me gusta que seamos roommates.
Pero a pesar de lo bien que crees que te puedes llevar con una persona, hay días que te das cuenta de que no la conoces. Como cuando después de un mes y medio de convivencia te confiesa que tiene una polola. No, mejor dicho, una "noviafuturaesposa" (porque tiene un commitment, algo que definitivamente no es parte de nuestra idiosincrasia). Novia que negó más de una vez, igual que Pedro negando a Jesús por tercera vez.  Y cuando la gente te niega partes esenciales de su vida, te sientes desprotegida... Es raro sentir que no sabes bien cómo es la persona con la que compartes tu hogar. Y si la ocultó, no es porque no la quiera, no es porque sea mala persona. Yo creo que la quiere mucho, pero al mismo tiempo quiere vivir una libertad que culturalmente no le corresponde. Y por eso, no me siento capaz de juzgarlo.
Pero es así como doy gracias de ser latina. Porque a pesar de tener casi 32, no siento presión alguna por vivir mi vida como la vivo, soltera, descubriendo y cumpliendo mis sueños, que no son los mismos que los de la persona de al lado.

Me siento Latina.

Ni gringa ni europea. 

LATINA

Porque por primera vez realmente me siento latina. En Chile siempre nos agringamos o europeizamos según lo que nos convenga. Claro, si nadie nos enseña ninguna lengua indígena en las escuelas. Para qué pensar que tenemos "ese" origen, si nuestra idiosincrasia es tan mezclada. Si no comemos arroz ni porotos todos los días, como los países del norte. Si no sabemos mover las caderas como los colombianos. 
Si cuando estuve en San Sebastián, en cada local me sentía como comiendo en la casa de mis abuelos.

A pesar de que acá ya me han preguntado como 20 veces si soy italiana, porque no soy el cliché moreno sudaca... yo me siento más latina que nunca. Y por casualidad en mis trabajos he estado estudiando sobre los hispanos "in the US". Y cómo no me voy a sentir identificada, si mis vecinos son todos inmigrantes hispanos. 

Soy Latina, y me encanta, aunque chamulle cuando bailo salsa

Y todo esto, todos los estímulos están siendo increíbles, pero como todo lo bueno, siempre hay un lado malo...

Hace dos noches lloré como dos horas sin saber por qué. Lloré dos horas como una Magdalena. Y cuando me acuerdo, me vuelven las ganas de llorar.

Después de tres meses fuera, que me venga una pataleta, no creo que sea terrible. De hecho, creo que es hasta necesario. 
Porque aunque yo elegí venirme (y sé que si no me hubiera venido, ahí sí que me habría deprimido), nunca imaginé que iba a ser color de rosas.
Me frustra no poder comunicarme en inglés como lo haría en español. No me frustra socialmente, me frustra en clases. Cuando al fin organizo mis ideas para poder opinar, ya pasó la vieja. Cuando recibo un trabajo de vuelta, y el profesor me dice que tengo que mejorar mi inglés. Cuando nunca he estudiado mucho en mi vida, y acá no es que sienta que tengo que estudiar mucho, lo que siento, es que hay una traba lingüística que me atormenta. Hay días que la cabeza me revienta.

Y el inglés no lo es todo. En Chile, incluso en Sao Paulo, tengo panoramas interesantes todas las semanas. Acá tengo que inventármelos. Me siento sola, cuando yo nunca creí que me podría llegar a sentir sola.
Aunque es raro, hay algo de esta soledad que me gusta, o que la necesitaba. 
Necesitaba no tener mil panoramas por semana. Necesitaba no tener que cumplir con compromisos sociales, porque acá no los tengo.
O quizás es masoquismo, porque no me gustan las cosas fáciles, porque me gusta meterme en las patas de los caballos.

Y a pesar de que el martes lloré hasta deshidratarme, ayer cuando hice mi presentación sobre Televisa, y el profesor me felicita en el minuto y también al final de la clase, en ese minuto siento que todo el maldito esfuerzo vale la pena. Que mi inglés macabro no importa, porque no estoy acá por ser una bilingüe. Estoy acá por esfuerzo. 

Y hoy pasé un buen día, desayuné frutillas frescas, fui a una conferencia frente al mar con una compañera, pasé el atardecer en la biblioteca con Eduardo (mi vecino amigui chileno), y mañana voy a una película y a una fiesta con la Marce (mi amiga chilena de DAV).




Y todo se aliviana, y todo vuelve a cobrar sentido, y sé que habrá otros días malos, pero no importa. Porque yo quiero estar acá, incluso cuando el transporte público es terrorífico y me siento encerrada.

Nunca antes me había sentido bipolar, paso de la felicidad maniática, a la introspección lacónica.

Pero mamá no te preocupes, no es nada grave. Es sólo cerrar los ojos, y vuelvo a irradiar. En mis genes Leturia y en los Bravo, parte de mi ADN es gozar.

Yo quiero estar acá y descubrir distintos mundos, y siento que para eso, esto es un excelente lugar.

Aunque no me comunique más seguido, los adoro, los quiero.

sábado, 24 de agosto de 2013

My new life in the U.S. (parte 2, Arrival in LA y buscando un hogar)

THE ARRIVAL

Uno de mis mayores peros cuando estaba entre Los Angeles y Melbourne era: Los Angeles. Sí, la ciudad en sí encuentro que es fea e inhóspita. No digamos que soy una experta en LA, sólo había estado una semana en el '99 y muy de paso en el '11. Pero eso hace que mis expectativas de la ciudad sean tan bajas, que en teoría cualquier cosa debería ser mejor.
Antes de llegar, la info que tenía del barrio de USC (la universidad en la que voy a estudiar), es que es un barrio brígido, peligroso, que hay que buscar piezas en la zona norte, que no me vaya a meter al sur de la universidad.
Bueno, con esos antecedentes obvio que no me iba a arriesgar a arrendar algo definitivo por internet, así que arrendé una pieza por 2 semanas a través de Airbnb, relativamente cerca (caminable).

Domingo11 de agosto, 2.30pm. Mucho calor. Voy llegando al barrio de la pieza en el shuttle (transfer) y el chofer me dice:
-¿Seguro qué es acá? este barrio no es de estudiantes de USC
- Sí, bueno, son como 35 minutos caminando pero es por dos semanas solamente- le respondo.
- Pero es que este barrio es malo- y mira hacia todos lados mientras baja mi maleta. -Por favor muévase de acá lo antes posible, este barrio no es para usted-.

"WELCOME TO LA, espero que los gringos sean tan exagerados como en mi prejuicio", pienso.

La casa de la pieza temporal que arrendé es fea, podría ser linda, pero está fea. Y está sucia, subo la escalera con las maletas, y en el camino está lleno de vellos corporales masculinos.
Voy al baño, y me quiero morir. Yo me conozco una infinidad de baños públicos, ni les cuento cuántos, pero éste, está dark. En verdad está asqueroso!!!!!!!!!!!! No voy a entrar en detalles profundos, pero necesito decir esto: dos veces ha estado tapado como baño de discotheque, y tiene unas manchas oscuras adheridas en las paredes interiores del water, que sí, son lo que se imaginan, y deben tener meses!!!!!!!!!

El barrio es feo, es un barrio de inmigrantes latinos (casi todos mexicanos) donde cada vez que camino me piropean más que los obreros de la construcción.  Al menos sube el ego, aunque con algunas miradas me siento ultrajada.

(vista desde la casa fea)

Hay otro chileno que viene llegando, Eduardo, que ha sido mi partner de inserción en el barrio y en los trámites de USC. Me junto con él y me hace un tour por el barrio. Más cerca de la U, siempre al norte, el barrio mejora. Hay un cuadrante patrullado por la uiversidad, y ahí el 90% de la población son estudiantes. Las casas están bien cuidadas y hay pasto.

Llegamos a USC y la universidad es linda, es muy pituca, hay fuentes de aguas por todos lados. Se nota que es una universidad con plata. Es como estar en otro barrio, ninguna relación con mi calle de latinos.




 (una de las bibliotecas y su pileta)

(el edificio de mi facultad)

Luego de recorrerla y asarnos por el fuerte sol, con Eduardo tomamos el metro hacia Long Beach. Long Beach está a 1 hora en el metro-tren y es un barrio bonito frente al mar. Allá nos esperaba mi primo chileno-gringo Hernán. Fuimos a su casa y su novia Marianne estaba preparando un BBQ coreano. Terminé el día ahí, evitando el barrio, la casa y el baño, siendo recibida con cariño por mis primos.

Cuando Hernán y Marianne me vinieron a dejar, mi primo sentenció:

-Esto es un ghetto-.

Y sí, por dos 2 semanas, realmente siento que he vivido en el ghetto.


LA BÚSQUEDA DE UN HOGAR

Buscar una casa en el barrio de USC fue una tarea difícil.
1, no tengo auto, la micro pasa cada media hora, por lo que no vale la pena esperarla, o sea hay que caminar
2, todo es caro
3, todo lo que puedo pagar es feo
4, todo la zona norte dentro de mi presupuesto está arrendada
5, casi toda la oferta disponible está en la zona oeste, que es donde mataron a 2 estudiantes chinos el año pasado
6, hace muuuuuuuuuuuucho calor

La primera semana me la pasé caminando bajo el sol, mirando piezas, casi todas en la zona oeste. Los avisos son todos de un sitio que se llama craiglist, que los gringos lo usan para todo.

El primer día de mirar casas fue el día de la amabilidad.
El segundo, el de los frikeos.

Parto por el segundo que es más corto.
9am me encuentro con el corredor de propiedades. La casa era para 15 personas, y lo siento, no estoy preparada para compartir una cocina con 14 personas, donde es imposible que sean todos limpios. Y qué pensar del baño, lo mismo.
Pero bueno, el corredor insistió en mostrarme más casas, y por cada casa que vi con él (3 en total), me ofreció invitarme a tomar desayuno o un café. El personaje tenía buena pinta, y yo creo que lo sabía, pero no era mi tipo. Y además fue tan surreal la situación de que me presionaba en que tomara la casa, para que nos fuéramos a tomar el café. Era obvio que el joteo era para que yo arrendara la pieza, no porque se interesara en mí, pero qué baja técnica!!!!! ¿será que hay mujeres que le arrienden porque creen que están pichando con él?????
Ese día vi puras casas horribles de la zona oeste, y una hasta era hedionda. Además me dejaron plantada más de un corredor, así que no hay nada más que contar.

Del primer día, todos fueron amables conmigo
Fui a la primera casa a las 4pm, la señora coreana que mostraba la casa llegó atrasada, la casa quedaba en una calle horrible, la casa era horrible y sin muebles.
Cuando salí pensé "si así son todas las piezas, me quiero morir".
Iba caminando achicharrada a la segunda casa y la señora coreana pasó en su auto grande (esos autos que se compran las mamás pudientes en Santiago) y me ofreció encaminarme. Primer gesto nice del día.
La segunda casa era de un indoinglés llamado Naveen. El tipo más buena onda de la vida, conversador, teatrero, tiene un huerto y me ofreció ayudarme a mejorar mi inglés. La casa linda, la pieza hermosa y quedaba en la zona norte (el barrio seguro).

Lo malo: es vegetariano y me dijo que en un par de meses yo iba a serlo (jamás, a mí me gusta la carne cruda, imposible ser veggie). No se puede pisar su living, porque la alformbra es cara. No acepta invitados adentro de la casa, hay que juntarse afuera incluso en invierno. Y si alguien me viene a ver de Chile o de otra parte de USA o de la esquina, sólo puede alojar en mi pieza si nadie nota su existencia. O sea tendría más reglas que en la casa de mis padres.

Lo realmente malo, para llegar a la pieza maravillosa y luminosa con muebles de todo mi gusto, tendría que pasar por la pieza de otra persona. Es como que una gran pieza la hubiera dividido en 2, donde se sienten hasta los suspiros. La privacidad es un bien valioso, y no quiero tener que ver a un desconocido en ropa interior (o menos) porque quiero llegar a mi pieza. O estar pidiendo permiso para pasar.

A pesar de eso, Naveen fue muy amable, y hasta me regaló un tomate de su cosecha, y también me ofreció llevarme a la siguiente casa.

La 3ra casa, es una casa victoriana que el dueño Roland acaba de restaurar. La casa me encantó, suelo de madera, cocina acogedora living, una pieza con un buen tamaño y luz. El dueño tiene miles de muebles viejos en el patio que pretende venderlos, así que yo podía escoger mis muebles. Su patio es como un pequeño pedazo de Franklin. Tiene un ático con un colchón donde pueden dormir visitas.
Lo malo, no está lista, le falta las conexiones del baño y la cocina. Está desordenada, llena de cachureos, porque aún están trabajando en ella.
Lo más malo, queda en la zona norte, pero dos cuadras más al norte de la "zona segura". Igual son dos cuadras cortas, y hay un bus de la universidad que pasa por la puerta de la casa. Y bueno, aún no hay ningún inquilino (la casa es para 3 personas, pero en este minuto sólo podrían vivir 2)
Yo que me considero visionaria, creo que tiene mucho potencial y va a ser hermosa, y como creo que los gringos exageran, esas dos cuadras fuera de la zona segura, no debieran importar tanto.
Además la universidad, después de la muerte de los chinos, ha reforzado la seguridad. Tiene un sistema de autos que te llevan a tu casa gratis después de las 9pm ( a mí esos autos me van a dejar a 2 cuadras de la casa) o de escort si te quedaste en la biblioteca hasta muy tarde, y los escort me llevarán hasta la misma puerta de la casa.

No les voy a dar la lata contándole de las otras casas, pero el tema es que Roland me llevó también en auto a la última casa de ese día. Y Anne, la dueña de la última casa, no quiso que caminara sola a las 9pm, porque es peligroso, así que también me llevó de vuelta al ghetto.

En resumen, los otros días caminé y caminé, me asé y achicharré,  hasta que finalmente decidí tomar la casa victoriana que no está lista.
Porque hay otras cosas positivas ligadas a la casa. Roland me llevó a un "ice cream social" el domingo pasado y ha sido muy amable. Siento que la casa es un hogar, a pesar de que seré la primera inquilina y de que dormiré sola varios días.
Eduardo vive en la cuadra de adelante, y así ya tengo vecinos. Todos en su casa ya me conocen, y el dueño, Philippe, me llevó en auto a comprar las sábanas para la cama.

Esta semana he tenido actividades en la universidad, aún no he conocido mucha gente, pero siento que salir del ghetto, va a hacer que todo sea más amable, incluso cuando sé que no puedo caminar sola después de las 9pm.
Llegó una amiga de Chile, la Marce, que estudia en UCLA (la competencia), y también eso me ha ayudado a sentirme mejor.

Porque después de las 3 semanas en NY, LA no es muy amable, y a ratos creo que es peor que lo que imaginaba. El no poder caminar por las calles libremente de noche, el no tener auto y que no hay suficiente transporte para suplirlo. Creo que LA sigue siendo inhóspita. Pero lo mismo pensaba de Sao Paulo hace 10 años, ciudad que ahora amo. Y hay gente que me ha dado alegrías en estos días en el ghetto.

Hoy sábado en la mañana, ya moví mis maletas, la pieza de la casa fea está vacía. Mi nueva casa aún no tiene el baño no esté listo, pero es mejor que el baño que me da asco.

Así que en este minuto, que estoy posteando esto, cierro el computador y dejo para siempre el ghetto.


pd: aún no tengo fotos de mi nueva casa, pero les dejo fotos del downtown. Fui a dar una vuelta de atardecer, a pesar de los peligros...


 (la línea que se ve en el suelo representa la falla sísmica que pasa por acá)

miércoles, 21 de agosto de 2013

My new life in the US (parte 1, New York City y los fulbrighters)

LA LLEGADA

Hace exactamente un mes, el domingo 21 de julio, aterricé en NYC con mis 3 maletas. Llegué un domingo un poco antes de las 9 am.
En el avión conocí a una uruguaya que me sirvió para compartir el taxi hasta Manhattan. Intercambiamos números, haríamos planes con mi nueva amiga, iríamos a unas galerías en Williamsburg. En verdad no la vi más, cada una se ahorró 30 dólares, y listo. Es que no tendría tiempo ni interés en juntarme con ella después de llegar al "Preacademic program" de 3 semanas al que la Fulbright me había mandado.
El primer día fui full turista, me junté con mi querida prima enana, la Jesu, y paseamos juntas desde el almuerzo hasta la noche. Visitamos el Hudson River Park, nos mojamos con los rociadores, nos sentamos en el pasto junto con todos los neoyorkinos tomando sol.
Fuimos a High Line Park, un "must" como dice la gente (término que a mí me parece un poco snob, pero bueno, de prejuicio, el exceso de amor por NY también lo encuentro snob).
Me enteré de High Line Park en una revista de viajes, y me di cuenta de que no todos los neoyorkinos han ido a caminarlo. Un kilómetro y medio de parque construido sobre una antigua línea de tren elevada que va sobre el barrio de Chelsea (en el Meatpacking district).
El calor y la brisa se mezclan caminando a la altura, sobre los autos. El parque es una galería de arte abierta, donde las esculturas se mezclan con la vegetación y con los graffitis y murales de las calles que lo cruzan, como del brasilero Kobra.




Puedes sacarte los zapatos y caminar por el pasto o mojar tus pies, en una zona donde el agua escurre para ello. Puedes sentarte en una de las reposeras y mirar las luces del atardecer....

High Line es un parque que me gustaría en una ciudad como la mía, y a todos los que vayan a NY se los recomiendo.
Terminamos ese día tomando el ferry a State Island, con las luces del atardecer contemplé la famosa gran manzana y su estatua que dice que todos somos libres...
Sólo en el primer día debo reconocer que la ciudad me encantó, y cada día de las 3 semanas que estuve ahí lo disfruté y fui intensamente feliz. Aún así, creo que Roma, Madrid, y obviamente Sao Paulo, me cautivan aún más. Y habría que ver cómo me recibiría NY en invierno, estación con la que no soy muy amiga. Pero de todas maneras quiero volver a NY en verano, su húmedo calor y su continuo movimiento.





LOS FULBRIGHTERS

Pero volviendo a mis tres semanas en NY, y no se preocupen que no me voy a explayar día a día tanto como en la llegada, mis 3 semanas en NY fueron tan especiales por todos los fulbrighters que conocí. Éramos de 26 naciones diferentes.
Siempre me ha gustado conocer gente, soy de la gente que se mete a cuanta actividad puede.
Y me gusta conocer gente distinta a mí, de mundos a los que sé que sería difícil llegar por mi cuenta.
Las 3 semanas en NYC se traducen en diversidad, aprendizaje, conocimiento.

Por primera vez conocí a gente de países lejanos como Afganistán, Iraq, Swazilandia, Congo, Nepal (sólo por nombrar algunos). Y de pronto ahí estábamos todos en la misma sala de clases, con diferentes miedos, pero todos partiendo esta aventura al mismo tiempo.
Para algunos el choque cultural con EEUU es mayor, nosotros los chilenos estamos más cerca y aunque obviamente las diferencias existen, hay cosas cotidianas que hacemos igual: tomamos el mismo tipo de desayuno, usamos el mismo tipo de ropa (las mujeres en Chile mostramos las piernas), salimos por la noche con los amigos.

El primer día de clases almorcé con dos compañeros. Uno de ellos había dejado a su familia (mujer y 2 hijos) en su país por dos años. La razón, EEUU no le da visa a los ciudadanos de algunos países, ni aunque estén casados. Y pasaban las horas y me daba cuenta de que más compañeros de los países que para mí son lejanos se habían venido a estudiar haciendo un enorme sacrificio familiar. Familias completas donde Skype es un principal forma de encuentro por los próximos dos años.
No tengo palabras para expresar lo que sentí esos días, al darme cuenta de que mis miedos eran mucho más llevaderos, y que mi soledad será menos fuerte que la de ellos.

El primer fin de semana un grupo de nosotros fuimos a Coney Island, para varios era la primera vez que veían el mar. Algunos de mis compañeros echaban talla de las mujeres en bikinis, que eso era lo mejor que podía tener una playa. Con nosotros iba la pequeña Reem, que no es tan pequeña, pero durante esas tres semanas muchas cosas fueron su primera vez. Ella es de Iraq, donde las mujeres no pueden andar solas por las calles, donde caen bombas muy seguido. Es cristiana, así que no se cubre el pelo, pero igual hay muchas normas que no tienen nada que ver con los cristianos de mi tierra.
Para mí ha sido uno de los mejores días de playa en los últimos tiempos.

Con algunos también fuimos por primera vez a un bar.... ya que para algunas culturas ir a un bar es malo. Ninguno cambió su esencia, ninguno de ellos tomó alcohol, no creo que un bar los vaya a corromper.
Yo creo firmemente en Dios, y me considero católica practicante, pero en algunas normas, las distintas iglesias no deberían ser tan castrantes, también la mía, no sólo las que para mí son diferentes y desconocidas.
Aprendí tanto de culturas distintas, estoy casi una experta en Ramadán y sé mucho más de la cultura musulmana en general.

Uno del grupo de amigos que me hice en el programa es de Marruecos. Es musulman, recién casado. A Khalil le podía preguntar todas mis dudas sobre las múltiples esposas.
Hay algunas diferencias que no creo que pueda entender tan fácilmente, no me puedo imaginar compartir un marido con otra mujer, pero tener la oportunidad de tener amigos de culturas tan distintas, reírnos con las mismas cosas, cada minuto compartido, me da la esperanza de que a pesar de la intolerancia que nos ronda, podemos llegar a convivir de mejor modo, especialmente en un país tan polarizado social y económicamente como Chile.

Una de las cosas que me impresionó de mi misma, es que me gustan las pieles oscuras, desde el mate al negro negro. Porque bueno, siempre he dicho que no soy racista, pero una cosa es decirlo y otra cosa es lo que en verdad sientes. Y como hay que ser políticamente correcto, nadie en su sano juicio va a decir que es racista. Pero sinceramente era un miedo que tenía. En Chile, unos más claros, otros más oscuros, somos todos del mate al clarito.
Me pasó que al par de hombres que he encontrado más guapos y atractivos son o de color mate verde olivo o de frentón negros. De repente un día me vi contemplando un brazo oscuro como la noche, estaba maravillada por el color que es tan distinto al mío. Un brazo con una piel tersa, que cuando me di cuenta de que estaba pegada mirándolo, me dio vergüenza. Me sentí taaaaaaaaaaaaannnnnn huasa, ahora yo era la que veía el mar por primera vez.
Mi mamá siempre ha dicho que yo le voy a dar nietos mulatitos, no sé si eso llegue a pasar algún día, pero al menos sé que podría ser posible. Y definitivamente, me gustan los rostros con ojeras de los países árabes.

Lo mejor de las 3 semanas fue esto, el regalo enorme de ampliar mis limitados horizontes y conocer a todas estas personas que están empezando lo mismo que yo....





pd: aunque no tiene nada que ver con todo lo escrito arriba, en NYC tuve mi primera experiencia con famosos de Hollywood, mi cuñado Jonathan me llevó a un barcito, donde al mismo tiempo estaban Javier Bardem y Owen Wilson.

viernes, 10 de mayo de 2013

En Mi Memoria


Es viernes pasado las 9 de la noche, y aún no me he ido de la oficina...
Tal vez porque no me quiero encontrar con mi silenciosa casa, cuyo silencio adoro, adoro su aislamiento
pero que en estos días, donde mis recuerdos me llevan hace un año atrás, lo que menos quiero es el silencio.
Tal vez sí quiero caminar por Providencia con Manuel Montt, en una noche fría y silenciosa, a las 1 de la mañana un lunes, como hace un año atrás
buscando y recordando algo que ya no está
porque es verdad que en mi recuerdo existes
y en mi memoria
Hay gente que logra borrar el pasado y partir de cero
Yo prefiero mantener mis pérdidas y mis ganancias conmigo, y sobre eso voy avanzando
El 2012 trajo muchas ganancias y un par de pérdidas
y otros tuvieron pérdidas conmigo, a mi lado, que en silencio fui sintiendo
No hay sentido si no hay sentir
Luego de un período grande de frío emocional, "apatía emocional" como decía mi horóscopo hace 2 fines de semana, me doy permiso para volver sentir.

A disfrutar mis ganancias, y aceptar mis pérdidas, y los caminos nuevos que se van construyendo, donde quizás algún día caminos me crucen con el tuyo construido en otro mundo.
Porque estás vivo en mi recuerdo, y te siento cada día, aunque nuestros horizontes avancen paralelos.
No sé bien qué se fue, pero algo partió en este viaje en paralelo, así como algo sigue viajando conmigo.

En una semana parto de vacaciones, cruzo el Atlántico
para reencontrarme, para encontrar la calidez del corazón felpudo
si hay algo de los viajes que me gusta, y de viajar sola, es poder perderme y encontrarme a mi ritmo
y así recuperar el sentido volviendo a sentir

nunca será demasiado tarde




jueves, 3 de enero de 2013

adiós 2012, bienvenido 2013

vengo llegando del cine, de ver la película francesa que ha sido éxito de taquilla en Europa
y no es que sea éxito de taquilla en vano
por algo la gente aplaude al terminar, innatamente
es un agradecimiento a los personajes humanos y reales
que ríen auténticamente
espontáneamente, como muchos a veces olvidan hacerlo

y es con esta película que quiero cerrar mi 2012, aunque ya estemos a 2013, porque es una película que me hace cerrar y abrir, dejar una puerta abierta al futuro
una ventana donde aire fresco se pueda respirar, pero también recordar

el 2012 empezó con despedidas y cambios
fue quizás mi último rodaje de película, propiamente tal, el último estando donde las papas queman
siempre supe que estar filmando sería temporal, porque algún día me dedicaría a las historias y al cine desde otra esquina.
enero también ha sido uno de los cambios más radicales a los que me he querido someter.
una cirugía maxilar cambió la forma de mi cara, aunque creo que me devolvió la de niña
el rostro de niña que perdí en esos oscuros años de la adolescencia, que tan amargos fueron
y una cirugía nunca es fácil
hay que estar preparados emocionalmente, para perder la conciencia en un pabellón, en mi caso por 7 horas, para que me quebraran la cara
pero el detalle de la cirugía otro día será revelado
pero ese cambio, que para mí es mucho más que una apariencia, si bien difícil, creo que fue una decisión bien tomada
me afectó en mi vida mucho más que físicamente

me obligó a detenerme y pensar en buscar el camino que realmente quiero
y esa detención espacial y temporal, ese reposo obligado, la quietud y la limitación al hablar, se convirtieron en 3 meses donde más he aprendido de mí

luego el 2012 me trajo amor
quizás no eterno, pero un amor distinto al que conocía
donde al menos intenté superar esos miles de temores, que escondidos bajo mi fuerte carácter, casi nadie ve
sabiendo que caminaba sobre cristales, me aventuré en algo nuevo y sincero
que condensado en el tiempo, me hizo recordar que el tiempo es algo subjetivo
como cuando el 2009, 3 meses en Cuba, fueron 800 años inexplicables
donde un mes, es mucho más que 30 días

este año me trajo éxitos personales
dos de los proyectos en los que he puesto mucho esfuerzo y corazón, ganaron fondos estatales para empezar su desarrollo
uno de ellos con un hombre al que quiero mucho y admiro, con el que he crecido, y a porrazos juntos hemos ido avanzando en los 5 años que nos conocemos
el otro, con amigos que la vida me puso por delante, que han estado ahí siempre apoyándome en mis alegrías, en mis dictaduras, y en mis flaquezas

este año me he sacado la mugre
y me atrevo a decirlo sin pudor
me he sacado la mugre trabajando, por mi trabajo, por mis proyectos y estudiando
porque algún día los idiomas no serán limitantes
algún día no me daré cuenta de si me muevo en español, inglés, alemán o portugués
y he recibido mis pequeños reconocimientos académicos, oportunidades que me han abierto nuevos horizontes

el 2012 me trajo también una nueva aventura, en lo laboral, yo que era pájaro que debía volar en cada estación
donde 6 meses en un mismo lugar, me aterraban
y ya pasé los 6 meses, voy ya para los 7
y tengo un trabajo que me encanta
jamás pensé que pronto encontraría un lugar donde no me da susto quedarme
y donde siento que es mi espacio, y donde creceré profesionalmente

el 2012 fue un año donde el destino, cada cosa ocurriendo en el momento preciso, como un engranaje de reloj, fue un año de cosecha muy buena
quizás no la más abundante, pero de muy buena cepa

y hoy al salir del cine, escuchar la gente aplaudir,
hoy al salir feliz

creo que una película como AMIGOS, resume todo lo que ha sido este año
improvisación, risas, esfuerzo, amor, crecimiento, desgarros, risas cómplices y auténticas, locuras de vida
pero sobre todo plenitud de que al fin estoy haciendo
(o me están saliendo)
las cosas bien



dejando siempre un espacio para que lo bueno del pasado resurja, aventurándome a todo lo que el 2013 me pueda traer





...
si puedes ver esta película, no hay que dudarlo, no te arrepentirás

martes, 13 de noviembre de 2012

Farewell



(ilustración de Marta Mesa)

Los últimos días en la radio que me acompaña por las mañanas, camino al trabajo, suena muchas veces la interpretación de Manuel García con Jack Johnson del poema del amor de marineros de Pablo Neruda.
La interpretación de mezcla tiene un vaivén, como canción de cuna, como barco que se mece por el mar, que me hipnotiza por horas.
Es un viaje a otros tiempo, un viaje de cuento, que me gusta y me hace soñar.

La versión que me gusta es la interpretación mixta y bilingüe de ambos cantantes juntos...
ya que no encontré un video, dejo la dejo para cantar y escuchar, y así dejarse llevar por el vaivén del mar...

Farewell

Farewell (feat. Jack Johnson) by Manuel García on Grooveshark




Amo el amor de los marineros que besan, besan y se van, 
dejan una promesa, promesa, no vuelven, vuelven nunca más,
en cada puerto una mujer espera 
los marineros besan y se van, 
una noche se acuestan con la 
muerte en el lecho del mar.

I love the love of sailors they kiss and go
leave a promise never return 
And each port a woman waits sailor kiss and go
then one night they sleep with death
on a seabed. 

Amo el amor de los marineros que besan, besan y se van, 
dejan una promesa, promesa, no vuelven, vuelven nunca más,
en cada puerto una mujer espera 
los marineros besan y se van, una noche se acuestan con la 
muerte en el lecho del mar. 

I love the love of sailors they kiss and go 
leave a promise never return 
And each port a woman waits sailor kiss and go
then one night they sleep with death 
on a seabed.





Farewell (Pablo Neruda)

1


Desde el fondo de ti, y arrodillado,

un niño triste, como yo, nos mira.

Por esa vida que arderá en sus venas

tendrían que amarrarse nuestras vidas.

Por esas manos, hijas de tus manos,

tendrían que matar las manos mías.

Por sus ojos abiertos en la tierra

veré en los tuyos lágrimas un día.

2


Yo no lo quiero, Amada.


Para que nada nos amarre

que no nos una nada.

Ni la palabra que aromó tu boca,

ni lo que no dijeron las palabras.

Ni la fiesta de amor que no tuvimos,

ni tus sollozos junto a la ventana.

3


(Amo el amor de los marineros

que besan y se van.
Dejan una promesa.
No vuelven nunca más.

En cada puerto una mujer espera:

los marineros besan y se van.

Una noche se acuestan con la muerte

en el lecho del mar).

4


Amor el amor que se reparte

en besos, lecho y pan.

Amor que puede ser eterno

y puede ser fugaz.

Amor que quiere libertarse

para volver a amar.

Amor divinizado que se acerca

Amor divinizado que se va.

5


Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,

ya no se endulzará junto a ti mi dolor.

Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada

y hacia donde camines llevarás mi dolor.

Fui tuyo, fuiste mía. Qué más? Juntos hicimos

un recodo en la ruta donde el amor pasó.

Fui tuyo, fuiste mía. Tú serás del que te ame,

del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.

Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.

Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy.

...Desde tu corazón me dice adiós un niño.

Y yo le digo adiós.

sábado, 27 de octubre de 2012

Áyax El Grande




Áyax el guerrero hoy a ido a conquistar el Hades.

Testarudo y valiente, luchó todas las batallas hasta el fin.

Dice el mito griego ...
"Tras su muerte brotó una flor de jacinto en el punto donde cayó su sangre cuyos pétalos llevaban marcadas las dos primeras letras del nombre de Áyax (AY) como si fueran un lamento".

Hoy sábado 27 de octubre, descansa mi viejito colorín, gracias por estos 13 años juntos.
Por esas largas noches de trabajo que te acurrucabas a mis pies.
Por esas solitarias noches donde tus ronquidos se llevaban la soledad.
Por recibirme todos los días saltando de alegría.

En el Hades serás dirigido a los Campos Elíseos,  "el lugar sagrado donde las sombras de los hombres virtuosos y los guerreros heroicos llevaban una existencia dichosa y feliz, en medio de paisajes verdes y floridos"...

Descansa en un campo bordado de flores, con un sol luminoso que te acaricie, que te cuide como ya no puedo hacerlo yo.

domingo, 12 de agosto de 2012

Cuando creía que me habían robado el corazón

He dejado de escribir y me hace falta
llevo mucho tiempo sin escribir lo que yo quiero escribir,
y ha llegado el día que me he dado cuenta de aquello todo por querer ocultarme,
porque al escribir pierdo mi propia censura
Paré de escribir en el minuto que pensé que ya no valía la pena tener corazón.
Durante los últimos dos años sólo he querido pasarlo bien No me ha importado ningún hombre de los que han estado en mi lista de pinches casuales.
Desde que terminé con Emilio, hace ya 2 años, dije, voy a pasarlo bien, 100% soltera, sin rendirle cuentas a nadie, sin tener que ceder, ponerme de acuerdo.
Dije: le voy a dar besos a cada sapo que se me antoje, hay que besar muchos sapos para descubrir si hay un príncipe.
Así le di besos a 2 hombres borrachos que tienen pololas, que viven con sus novias
a hombres que realmente yo no saldría con ellos más de los 2 meses que salí con cada uno.
Primero, porque son unos borrachos, segundo, porque son un descarados. Se convirtieron en un par de juguetes, por un rato. Yo no buscaba más que eso, y en ese sentido, los hombres que quieren ser infieles son un plato fácil, porque jamás se convertirían en una relación, los haría pagar la cuenta, y no tendrían derecho a exigirme nada, mi libertad la manejaría 100% yo.
En esos días nada me afectaba, nada me importaba, no tenía corazón.
También tuve un romance con un niño, digo niño, porque es 8 años menor y es un niño adorable, y me hizo sentir de 15 años pero al final de cuentas, es un niño.
Fuera del lindo cuento, suspendido en el tiempo, no sería más que eso, sólo un cuento al niño punkie le tengo cariño, de vez en cuando me manda un mail contándome cómo está, yo le escribo. A él le tengo cariño, y me alegro cuando me cuenta que sus cosas van bien.
Así pasé un año y medio... otros sujetos más que besé, que no pasaron de aventuras sin recuerdos. Después, en febrero de este año, entré a un retiro, una cirugía me hizo apartarme por un par de meses de la sociedad.
LLegó el día en que Henry Garden me llevó a una fiesta, y conocí a un sujeto 9 años mayor, que sin darme cuenta, me devolvió ese corazón congelado. Y así viví otro cuento, un mes, que fue mucho más que 30 días...
Y ese personaje se fue, regresó al mundo de dónde venía
Y a pesar de la distancia, el primer mes, la historia mágica continuó. Pero ya han pasado 2 meses y medio de que no lo veo, y me doy cuenta de que 6 horas de diferencia son más de las que creía. Que o uno se encuentra o no, pero la vida no puede parar por programarse para un skype.
Y ahora, que sé que las distancias se hacen cada vez más evidentes, cuando creía haber perdido el corazón, me doy cuenta de que está más prendido que nunca. Si no, no sentiría lo que estoy sintiendo. No sé si habrá segunda parte, tampoco puedo saber cómo terminará el esfuerzo por comunicarse.
Sé que la vida es mágica e inexplicable, y las cosas me van llevando sin darme cuenta a vivir las experiencias.
Al final, después de todo, lo que he descubierto, es que no me habían robado el corazón, que en ese gris año y medio, sólo estaba dormido.
Gracias W por despertarlo de su letargo.

viernes, 3 de febrero de 2012

Una prostituta educada

(esto lo escribí en junio 2011, ahora lo comparto)


En un año que la educación es tema en sobremesas, pasillos, celebraciones y salas de espera, desde el candente lucro universitario hasta las olvidadas políticas escolares sobre educación sexual, Sofía espera contradictoriamente. Entre la resignación y la pasión anhela que su lucha dé lugar a una idiosincrasia con cultura sexual.

Lunes, 11 de la mañana. Esmeralda con Mac Iver. Hace frío y me paro en la vereda frente a la plazoleta. Pasan 20 minutos y aparece una mujer de unos 50 años, que debe haber sido delgada pero su edad le ha traído unos kilos de más. Rubia teñida, viste jeans, una chaqueta apretada y zapatos con taco aguja. Se para y espera. Los hombres que pasan a su lado la saludan. Yo la observo y ella me observa, ambas de reojo en la misma vereda. No quiero que se asuste, pero luego de unos 15 minutos, es sospechoso que yo, con mi ropa, mi mochila y mi pinta, esté igual que ella esperando. Comienzo a caminar hacia ella y cruza la calle hacia la plazoleta. También cruzo y la encaro. Igual que hace 5 años. Hace 5 años gracias a la misma mujer rubia, en la misma vereda, llegué al sindicato de trabajadoras sexuales.

Le pregunto si sabe cómo puedo contactar al sindicato.

-No existe más- me dice sin mirarme, queriendo que me vaya rápido. Insisto, si sabe cómo contactarlas.
-No- me responde seca, queriendo esquivarme.

-Un teléfono- vuelvo a insistir.

–No- repite y cruza la calle. Y se pone a esperar nuevamente.

Me alejo un poco, la sigo observando. Un hombre de unos 40 años pasa a su lado, la saluda. La espera acaba, se van juntos a hacer efectivo el servicio.

“El sindicato ya no existe”, la idea me da vueltas.

Hace 5 años fui a una charla de educación sexual del sindicato para sus trabajadoras. Necesitaba volver a contactarlas. Consigo el mail de la asociación, que no sé si alguien revisa. Luego de una semana una respuesta en mi bandeja de entrada. Es Sofía, la secretaria del sindicato inexistente.

Sofía no es prostituta, es trabajadora sexual. No es lo mismo, porque es sólo un trabajo, con horario, de lunes a viernes. De 11 a 17.30 horas. El resto del día, es hija, hermana, pareja. Y su trabajo, es temporal. Mientras no encuentra otro empleo estable. Un trabajo temporal que ejerce desde los 17 años. Hoy tiene 38. Pero también ha ejercido como trabajadora social y fue la secretaria del sindicato de trabajadores sexuales Ángela Lina.

Sofía es Sofía, o Marcia, o Paula, o Ximena de 11 a 17.30 horas, sólo cuando trabaja. Sofía es su nombre favorito, porque realmente es Mariela. Tiene el cabello teñido negro azabache, muy bien cuidado. Brillante y perfectamente peinado. Usa jeans celestes ajustados, pero no apretados. Botas y chaqueta de cuero negro. Lleva un par de anillos y unas pulseras. Un cutis brillante, de rasgos redondeados, sin ninguna arruga. De contextura media y un metro sesenta. Fuera de su marcado delineado de ojos y su sombra cobriza intensa, nada delata algún indicio de lo que se dedica. Podría ser vendedora de una tienda, funcionaria pública o recepcionista, porque está lejos del cliché social que atribuimos a lo comúnmente llamado prostituta.

No tiene muy claro cómo empezó en este oficio. La metió una mujer mayor, ella necesitaba trabajar para aportar en su casa, la casa de sus padres, con los que aún vive a sus 38 años. Nunca la han discriminado por su trabajo, ella los ayuda económicamente y se financia sus cosas.

-Es un trabajo más, que debería tener las mismas condiciones legales que cualquier otro- recalca con convicción. Porque además de ser trabajadora sexual, Sofía es una mujer política. Su forma de hablar, su energía, sus gestos… mujer de carácter fuerte con vocación de líder. No por nada fue la secretaria del sindicato durante los años que existió.
Su vocación política partió en una asociación de la iglesia católica cuando tenía 21 años, en el 94. La asociación luchaba por los derechos humanos de los trabajadores sexuales. Aunque el trabajo sexual no es delito en sí, la policía los perseguía por atentar “contra la moral y la buenas costumbres”. Ya no recuerda cuántas veces durmió presa.

El 2001 la asociación se transformó en el sindicato independiente de trabajadores sexuales Ángela Lina. Y Sofía se convirtió en la secretaria.

Aunque no lo dice, le gusta la actividad sindical. Habla apasionadamente cada vez que se refiere a ideas políticas, los ojos le brillan. Gesticula, como si quisiera agarrar algo que ya no existe más.

En el sindicato trabajó para que acabara la persecución policial. Consiguieron un “acuerdo” para que no tocaran a las mujeres que ejercen en la calle en ciertas zonas del centro. Esa era la lucha penal, que no las detuvieran, porque no son delincuentes. Pero otra gran lucha, fue la del código sanitario, que se refiere al estado de salud sexual de los trabajadores.

–Los pacos nos pedían el carné de sanidad, pero ¿qué saben de sanidad los carabineros que hacen control de calle? Nada- dice Sofía. -Ellos no son autoridad sanitaria, no tienen idea de educación sexual como la mayoría de los chilenos-.
Para Sofía, los chilenos no tenemos nuestra sexualidad asumida, no la comprendemos, la negamos. En definitiva somos ignorantes. Sofía ya no cree en los gobiernos, menos en éste, no cree que sean capaces de educarnos. Le parece un juego que el Ministerio de Educación proponga 7 programas diferentes de educación sexual para ser incluidos en los colegios. Si igual cada colegio va a elegir el que más le convenga, no se van a “mojar el potito”. -Un colegio católico jamás va a hablar de preservativos- dice entre resignada y molesta.

A mí me enseñaron a sumar con un ábaco y a multiplicar con lentejas. Quizás la metodología en cómo se enseña matemáticas puede variar, pero a todos nos enseñaron a sumar y las tablas de multiplicar. Todos aprendimos el mismo contenido mínimo en matemática, historia y lenguaje. Los 7 programas, a cargo de distintas organizaciones, no tienen el mismo contenido mínimo. Todos hablan de sexualidad, pero uno de ellos sólo habla de métodos de anticoncepción natural, sin tocar el uso del preservativo, por ejemplo. Una cosa es promover la abstinencia como línea editorial escolar, pero otra es omitir la existencia de los otros métodos de anticoncepción.

Sofía sabe de lo que habla. No inventa ni exagera. Yo fui a un colegio de monjas, y lo único que me enseñaron fue el control de natalidad mediante el método Billings.

Para Sofía y el sindicato, la educación sexual y la salud debe enseñarse con una misma lógica personal “donde tú te cuidas y aprendes a controlar si tienes una enfermedad”. Donde tienes conocimiento y puedes elegir, entender y respetar. Porque la educación sexual es mucho más que prevenir un embarazo no deseado.

Como secretaria del sindicato trabajó fuertemente por la educación sexual permanente. Viajaba de norte a sur, de Arica a Punta Arenas. Con el escaso financiamiento que conseguían de Conasida, daban charlas en los centros de ETS (Enfermedades de transmisión sexual) y en los mismos locales donde se ejerce el comercio sexual, en los saunas. Iban de local en local estrujando los recursos para poder responderle a sus socias. Cansadores viajes en bus, para estar por el día en una ciudad y luego seguir a otra.

Sofía es una trabajadora sexual en todas las dimensiones que implica. Ha entregado su energía y pasión al trabajo, un trabajo que para ella es temporal. Porque ella está titulada como Trabajadora Social. Se tituló el año 2005 en la Academia de Humanismo Cristiano. Estudió porque la asociación previa al sindicato la apoyó. Se demoró, pero lo logró. Les incentivaban que estudiaran, las ayudaban laboralmente para conseguirlo. Eso fue en el 95. Fue una de las pocas que logró estudiar, porque había terminado 4to medio, porque no tenía “daños”, porque nunca ha consumido drogas ni alcohol.

-Estudiar te abre otro mundo. Ayudé a la organización bastante, porque ya no había que contratar a una técnica ni a un profesional, porque yo sabía- dice orgullosa.

Y saber la llevó al puesto de secretaria. La presidenta del sindicato Eliana la llevó casi sin conocerla, porque valoró que se hubiera educado. Y así se ganó también el respeto de sus compañeras.

Sofía diseñaba los proyectos de educación permanente del sindicato. Tanto en temas de educación sexual, como de profesionalización del ejercicio.

Una de sus mayores luchas ha sido el uso del condón. El uso del condón es fundamental, y deben ser todas las que lo usen, porque o si no se “cagan el negocio entre ellas mismas”. Educaban acerca del uso del condón masculino, y también del condón femenino.

-¿Condón femenino?- la miro con confusión.

Sofía es experta en condón femenino: un preservativo alternativo, que se inventó en Inglaterra el año 92. Es una delgada funda elástica vaginal, de poliuretano (material más resistente que el látex) y que se puede llevar puesto hasta 8 horas. Se pone igual que un tampón y protege hasta con un 98% de efectividad de embarazos y de ETS. La mujer se lo puede poner mucho antes del acto sexual, lo que le permite tomar la opción de protegerse independiente de lo que quiera el hombre. Pero hay mucha ignorancia, mitos y desconocimiento de este preservativo. La única desventaja real es que es más caro que el condón, y que en Chile se comercializa sólo en 2 lugares.

Pero los hombres son machistas y la ignorancia sexual opaca la importancia del condón. Si un cliente las ve con condón femenino reclama, cuando lo están liberando de usar el condón normal. -Se asusta por ignorante- dice con superioridad. Además, la escasa comercialización no lo convirtió en una opción real. Por eso sigue la eterna lucha del uso del preservativo con el cliente.

Gracias al trabajo de esos años, Sofía sostiene que lograron que el 60% de las trabajadoras exigieran el uso del condón para prestar sus servicios. Sólo las mujeres más nuevas son más difíciles, no ven el sida como signo de muerte. Les regalan preservativos en los consultorios, y aún así no todas lo usan.

Sofía se apasiona cuando habla del condón. Pareciera que en él estuviera el corazón de la educación sexual. Se molesta y cambia el tono cuando piensa en el gobierno actual y sus políticas. Esto es mucho más que enseñar reproducción en los colegios. Hay que generar cultura sexual. Que haya dispensadores de preservativos en lugares públicos, que como sociedad entendamos la sexualidad como parte del día a día. Como parte inherente del ser humano.

-Para la derecha económica no existe. Si le diéramos el dato al Zalaquet, o al intendente, que ni sé quién…, no conozco a los intendentes de este gobierno… se mueren po, de todo el comercio sexual que hay- dice Sofía, que recalca que sólo en Santiago Centro deben ejercer unas 5000 mujeres, entre toples, calle, calle-hotel, nightclub y saunas. Porque además hay muchos que viven del comercio sexual: garzones, lencería, limpieza, dueños de los locales, las personas con VIH que venden preservativos. Es un mercado económico real y hay muchos interesados en que el trabajo sexual tenga su lugar en la sociedad, no sólo los clientes.

Sofía sólo trabaja con preservativo, si un cliente no quiere usarlo, entonces ella lo despacha. Esos clientes se enojan y se van, no buscan a otra, porque les come el amor propio. Ella lo aprendió como opción: o se cuida, o se enferma. Porque el cliente consume en distintos lados, y nada le asegura que viene limpio.

Trabaja para los hombres día a día, pero no los respeta. Se eriza al contar del hombre de familia “bien constituida”, casado, que va donde la trabajadora, que no se cuida y luego contagia a la señora. Son hombres jóvenes, de 30 años, y no tienen cultura sexual, a pesar de que el preservativo existe hace más de un siglo.

-Dicen “yo tengo hijo, yo tengo esposa”. Creen que por tener familia son inmunes- dice irónica Sofía.
El preservativo es una herramienta de trabajo, tal como el guante quirúrgico del cirujano o el casco del obrero. Cuando está con un cliente, le pasa el condón y hace que él mismo se lo ponga. Se las ingenia para que lo tomen con humor.
-Yo le digo a mis clientes, ¿de quién es el pene? Es tuyo. ¿Quién se lo tiene que cuidar?- y los hago ponerse condón. Las mujeres le ponemos los pañales a la guagua, los vestimos para ir al colegio, pero el condón es responsabilidad adulta, la mujer ya no debería luchar en ese tema-.

La educación permanente, pero no sólo a las trabajadoras sexuales –que ha sido su foco-, sino que en la sociedad, para mujeres y hombres, debería ser responsabilidad del gobierno. Aprender a poner un preservativo como contenido mínimo en todos los colegios, con una zanahoria, con un pepino, con lo que sea. Independiente de la creencia que tengan, porque hay adultos ex alumnos de colegios católicos que también son sus clientes. Y no sólo por ser clientes, educación para todos por igual, porque es respeto a la mujer, a sus parejas, novias, esposas. Es cultura.

Sofía nunca ha mezclado sentimientos y trabajo. Los clientes son clientes, y sólo eso. Ella tiene pareja estable hace 10 años. Una mujer de su misma edad, la que acepta que trabaje en el comercio sexual. No viven juntas, porque su pareja tiene un hijo, y porque Sofía reconoce ser mañosa. Muy mañosa. Es de ideas fijas en su cabeza. Mejor cada una en su lugar.

-Quizás de viejas- piensa en voz alta.

Sofía llevaba 3 años fuera del comercio sexual. Como la trabajadora social Mariela, en la Municipalidad de Maipú, trabajó en Seguridad Ciudadana y Adulto Mayor. Pero en enero la echaron, y mientras busca empleo, volvió a ejercer sexualmente.

Volvió a la calle y apareció nuevamente Sofía, en la modalidad Calle-Hotel. A las 11 de la mañana se para en la vereda, afuera del hotel donde tiene el “convenio”, espera que llegue un cliente, y luego lo atiende dentro de un cuarto, donde todo está arreglado.

Pero no quiere más, está cansada de estar de lunes a viernes de 11 a 17.30 horas parada en la calle esperando. Si al menos se formalizara su oficio, pudiera boletear por sus servicios, ser contratada, cumplir horario, tener salud y afp, quizás no dudaría tanto de su trabajo. Quiere salir del rubro y poder ejercer como trabajadora social.

También estudia. Está haciendo un diplomado en prevención de drogas y dependencia. El 2007 el sindicato murió, pero está en su esencia seguir educando a otros. Quiere salir del comercio sexual y dar asesorías técnicas. Quiere que ex trabajadoras más viejas sean contratadas por el Ministerio de Salud como consejeras en programas de educación sexual de calle.

Pero hasta tener ese empleo donde poder seguir educando, trabaja en la modalidad Calle-hotel. Y así espera. Espera a sus clientes, pero también espera que el estado asuma una responsabilidad social pendiente. Que el gobierno cumpla con la deuda de la educación sexual, que instale el uso del preservativo, que haya dispensadores en bares, hoteles, metro y baños públicos. Que se hable de zonas erógenas y no sólo de aparato reproductivo. Espera que los chilenos podamos entender y conocer los derechos sexuales y reproductivos. Que en colegios de elite -como el mío- no censuren, que enseñen que existen inventos y alternativas como el preservativo femenino. Y aunque yo decida nunca usarlo, espera que no la mire con mi cara ignorante, ni yo ni nadie, que no sea una lucha defender sus derechos sexuales.

martes, 13 de diciembre de 2011

Los vecinos de mi barrio

Un trozo de corazón felpudo

Nunca he tenido vecinos y siempre quise tener. Hasta que un día los encontré...
En memoria al Corbata, que se fue a otra vecindad, en otros cielos y aires

Grabado en La Reina, Santiago, durante el invierno de 2008. Con la ayuda de Miguel Hilari de Bolivia (sonido), Felipe Brown (producción) y Emilio Jimeno (cámara). Música de Marcelo Leturia. Idea original de Magdalena Leturia


sábado, 3 de septiembre de 2011

Qué sería


Mi primer amor fue padre hace como 2 semanas. No lo veo hace 4 años, pero después de sanar heridas volvimos a tener contacto. De vez en cuando, un mail para saber en qué está el otro. Me encanta poder tener ahora una sana relación con él. Me alegra que haya un mini Joao, saber que está bien y feliz. No conozco a su señora, me habría gustado poder conocerla cuando fui a Sao Paulo en julio, pero no se dio.

Tener una buena relación nos tomó como 2 años y medio de distancia.

Con Emilio, fue diferente. Nunca hemos dejado de vernos. Terminamos hace un año, pero nunca pasa más de un mes sin vernos.
Yo lo adoro, y él lo sabe. Y creo que me quiere mucho también. Siempre ha habido respeto, honestidad. Me sentía adulta por tener esta buenísima relación post pololeo. Creo que ambos hemos sabido manejar el asunto bien.
Hasta el jueves.
Es un oso de chocolate, un hombre increíble, pongo mis manos al fuego por él.
Somos un buen equipo, nos complementamos y lo paso bien con él. Pero como pololos... esperamos distintas cosas de una relación. No terminé con él por no quererlo, pero sí por no pelear más tratando de llegar a un acuerdo de qué espera cada uno del otro.
Así, con mucho cariño, con un vínculo intenso, nos hemos llevado un año compartiendo parte de nuestras vidas. Y creo que lo que tenemos es bueno.

Pero hay veces que hacemos cosas por proteger al otro, porque creemos que son lo mejor, pero no porque sea lo mejor para uno, efectivamente va a ser lo mejor para el otro.
Nadie puede decidir qué es mejor para uno, más que uno mismo.
Siempre hemos sido sinceros.
Desde que terminamos, no he conocido ningún hombre me haya movido el piso.
Si quiero ser honesta, quizás a veces pienso en alguien, pero ese alguien no vive en Santiago, y en lo que pienso es si lo que tuvimos hubiera prosperado si viviéramos en la misma ciudad. Son de esas dudas que de vez en cuando aparecen cuando uno recuerda cosas buenas del pasado. Como no lo veo nunca, y lo conozco desde antes que conociera a Emilio, no cuenta que me haya acordado de él en este tiempo.
Post Emilio, no hay ningún hombre que me haya hecho sentir que vale la pena estar con él, porque Emilio tiene casi todo lo que busco, y creo que hay pocos hombres así. Por eso al final prefiero pasarlo bien, estar sola, no rendirle cuentas a nadie, no gastar el tiempo. Y sí, a un par de hombres los he tenido como objeto.

El jueves me di cuenta de que Emilio me estaba mintiendo, para protegerme. Está en Chile una chica con la que tuvo algo en Cuba. Es difícil explicar qué significa una relación que se genera en la EICTV, porque hay que estar encerrado en esa escuela en San Antonio de los Baños para entenderlo. Yo no tuve nada con nadie, pero si vi a mi lado los vínculos que se generaban. Y no voy a gastar tiempo en explicar eso.

El asunto es puntual: ella y él tienen algo especial. Quizás ya no se dan besos, o quizás sí, ese no es el tema, el vínculo eictv queda. Esta semana teníamos que juntarnos para hacer algo que estamos armando, y nunca podía, me dio mil malas excusas para no juntarse.
Y Emilio no es buen actor. La primera vez que me mintió fue porque no quería que fuera a un cumple con él, porque iba a estar su ex. Y me di cuenta altiro de que estaba mintiendo. Duele que te mientan, si el motivo por el que te mienten ya duele, duele el doble cuando te das cuenta de que lo tapan con una mentira.
No es buen actor y lo conozco demasiado.

Emilio no es mentiroso, y sé que lo hace para protegerme, como me mintió para proteger a su ex esa vez. Pero su buena intención falla.
Yo no quiero que me oculten cosas a la cara, cosas que son inminentes.
Se me aprieta la guata de pensar perder esta amistad que tenemos, y no quiero que eso pase.
Ya no somos los de antes, no nos hacemos cariño, pero sí estamos conectados.
Tiene todo el derecho a estar con alguien, y quizás ni siquiera pasa algo ahora entre ellos. Y no es eso lo que me importa. Lo único que quiero, es que me den la libertad de elegir, sin ocultamientos de por medio.

Sólo pido que no me mientan, porque la verdad si va a doler, con mentira duele dos veces.